viernes, 30 de octubre de 2009

LA VERDAD AGORA


PAZ Y BIEN
No recuerdo haber visto una película que haga tanto honor a su director, Alejandro Amenabar, a la sazón guionista y responsable de la música del film.
Esta película se hace tanto más amena cuanto más te acercas al bar y le das la espalda, pues suma a una base histórica paupérrima del estilo de la norteamericana "Troya", un alarde de medios que la sitúan como la película española de mayor presupuesto de la historia (¿subvenciones públicas? Hombre, la duda ofende) y una con la mayor concentración conocida de mentiras por fotograma cuadrado. De hecho, la primera verdad de la película se despeña contra el desprevenido espectador cuando, sobre un fundido en negro, se perfila la palabra "FIN". ¿Que a qué me refiero? Veamos:

La biblioteca de Alejandría no fue quemada por los cristianos ni Hipatia pudo ser su directora, ya que la incendió Julio Cesar en el siglo I antes de Cristo. Los restos de la biblioteca fueron saqueados en el 273 por Aureliano y rematados por Diocleciano en el 297 (58 años antes de que Hipatia naciera).
¡¡¡Qué precoz resulta la Iglesia en su sed de destrucción y represión, que fue capaz de protagonizar semejante atrocidad antes de existir!!!

Según nos informa Plinio el Viejo (23-79) en su Historia Natural, a causa de la rivalidad de la Biblioteca de Pérgamo con la Biblioteca de Alejandría,
Ptolomeo Filadelfos prohibió la exportación de papiro; en consecuencia, en Pérgamo se inventó el pergamino; éste se conseguía preparando la piel de cordero,
de asno, de potro y de becerro, y cuando más lisa y suave fuera la piel que se utilizaba, más se la apreciaba. El pergamino era más resistente que la hoja de
papiro y además ofrecía la ventaja de que se podía escribir sobre ambos lados.
Ptolomeo III Everguétis (el 'Benefactor') será el fundador de la Biblioteca-hija de Alejandría, en el Serapeum (templo dedicado a Serapis, una divinidad que
deriva de la unión de Osiris y Apis identificada con Dionisos), en la Acrópolis de la colina de Rhakotis, que sumará 700.000 libros, según el escritor latino Aulio
Gelio (c.123-c.165). Esta finalmente reemplazará a la Biblioteca-madre a fines del siglo I a.C., luego del incendio provocado durante las luchas entre los
legionarios de Julio César y las fuerzas ptolemaicas de Aquilas, entre agosto del 48 y enero del 47 a.C. en el puerto de Alejandría.

Hipatia murió con 61 años, no con 38.

No se conserva ningún escrito de Hipatia, pues no eran sino comentarios y explicaciones de libros de otros autores.....

Un abrazo.
F. V.M.

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